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miércoles, 13 de marzo de 2013

El Camión Lento rumbo a Mexicali

¿Odisea?, ¿Aventura?... por lo que tenemos que pasar en ocasiones con tal de cumplir con nuestros sueños. He aquí la narración de mi estimado amigo Germán Rodríguez Sr., en verdad está de leerse, y con mucho gusto se los comparto, del Sr. Germán para nosotros:


(Título original: El camión lento)

Por Germán Rodríguez Sr.

Toda una aventura fue el viaje a Mexicali para correr el Medio Maratón (21km) de esa ciudad, poco después de las 4.30 am del domingo 10 de Marzo, el camión proporcionado por el IMDET para transportar a mas de 40 corredores de Tijuana salió del CREA.

El camión que Carolina González pidió al IMDET para los corredores tijuanenses, no era un camión como los de otros años, este era pequeño, lento muy lento, asientos duros, no reclinables, sin baño, no había cortinas en las ventanas, más apropiado para transportar personal de alguna empresa, como camión escolar o urbano para viajes cortos en la ciudad.

Lo preocupante era que después de un buen tiempo que logramos salir de la ciudad y al tomar carretera se quedaba en las subidas, bajando mucho mas la velocidad, los carros y los autobuses más grandes y potentes lo rebasaban con gran facilidad y todos los pasajeros nos preguntábamos: a este paso, ¿llegaremos a tiempo?.



El tiempo pasó, el camión zigzagueaba en la carretera, -se estará quedando dormido el chofer o ¿tendrá juego la dirección?- se preguntaban algunos.
Amaneció y todavía no llegábamos a la Rumorosa, según las cuentas llegaríamos 5 o 10 minutos antes de las 8.00 a.m., tiempo de salida del Medio Maratón en Mexicali. La preocupación aumentó, tratamos de hablar por celular a alguien en Mexicali para ver si retrasaban la salida, la señal no entraba, ya que pasamos la Rumorosa por fin se pudo comunicar con el buen amigo y corredor de Ensenada “Muschacho” Peralta y con mi hijo Germán (que se había ido a Mexicali desde el sábado) para que nos hicieran favor de inscribir a los que faltaban, avisaran que veníamos retrasados, y a ver si nos podían esperar. Nos empezamos a cambiar ahí en el camión, tratar de calentar un poco en el espacio tan reducido era prácticamente imposible, por fin de varios minutos que parecían horas llegamos a Mexicali. Todos desesperados, algunos instaban al chofer de pasarse los altos pero nunca lo hizo, llegamos al lugar de salida y el camión se paró a unas dos cuadras, bajamos presurosos corriendo a donde estaban a punto de arrancar los cerca de mil corredores de este medio maratón ya tradicional, afortunadamente si retrasaron la salida.

Algunos  alcanzaron  a ir  al baño y  ponerse los números, y el calentamiento... ¿pues cual?, no hubo tiempo, si acaso la corrida del camión a la salida. Algunos todavía estaban en el baño en el momento del  arranque (yo fui uno de ellos)  y cuando crucé la salida ya me llevaban más de 100 metros  los  últimos  corredores,  atrás  de  mi  todavía  había  unos  tres  compañeros  del camión.

El medio maratón terminó, algunos corrieron muy bien pero la mayoría no lo pudo hacer en buena forma, estábamos entumidos por los asientos duros, cero calentamiento. Algunos salieron rápidamente tratando de recuperar terreno y más adelante lo pagaron caro, aun así a pesar de algunos dolores, ampollas, calambres y demás, todos terminaron el medio maratón.

A mí no me fue del todo bien, al estar esperando entrar al baño, intenté calentar y empecé a hacer movimientos de brazos y algo pasó que me lastimé el hombro, de inmediato sentí un dolor fuerte, así me fui corriendo, a veces me dolía a veces no, para colmo me dolió la rodilla de la pierna derecha desde el kilómetro 12 y fue aumentando el dolor hasta que se me entumió la pierna desde la rodilla a la cadera.
 En el km 17 después de una pequeña subida, el dolor se hizo más intenso, me paré, pensaba abandonar, pero no, eso no me lo podía permitir, seguí como pude y por fin terminé, el tiempo fue malo pero no importaba, el triunfo para mí era llegar a la meta.
A pesar de todo quedé satisfecho, disfruté la carrera, la gente de Mexicali apoyando siempre durante el recorrido, los abastecimientos muy buenos, nunca faltó el agua, y en el camino encontré a varios conocidos, y nos dábamos ánimo para seguir, simplemente el estar ahí participando era algo muy motivante.
 Y al final mientras uno se recupera hay una gran convivencia y se encuentra uno con esos amigos que se van haciendo carrera tras carrera.

La foto del recuerdo de quienes estuvieron a punto de perderse el medio maratón.

Hubo algunos buenos resultados de los corredores del camión “súper lento”, Lorena Noriega quedo en el séptimo lugar general y primera en su categoría de 45 a 49, Carolina González fue noveno lugar general y primera en su categoría de 40 a 44, Luis Torres quedó segundo en su categoría de 30 a 34, Carlos de los Ángeles Jr , tercero en 20 a 24 y Ernesto Silva primero en categoría especiales. Ellos obtuvieron bonitos trofeos, pero todos terminamos con nuestra camiseta, medalla y bonita mochila como un gran recuerdo de ese Medio Maratón.

De regreso ya más relajados pero cansados, lo que más queríamos era llegar pronto a Tijuana para tomar un buen descanso, porque en el camión con los asientos duros era imposible, el trayecto duró cerca de las 5 horas!!!. En la Rumorosa las subidas resultaron muy pesadas para el pobre camión que sufría por avanzar, hubo algunas escalas obligadas para abastecerse de algo de comer y beber, y además de una parada en una llantera de la rumorosa pues una llanta se veía en malas condiciones, lo que muchos aprovecharon para ir a una panadería cercana y aguantar el hambre con un sabroso pan y café.

Carlos de los Angeles Sr prácticamente fue el guía, el líder y trataba de que todos estuvieran bien. A pesar de todo el ambiente era bueno, había buen humor entre los pasajeros y no faltaban las bromas y las vaciladas, algunos trataban de dormir pero prácticamente era imposible. Otra escala técnica obligada a los baños y después de varias horas por fin llegamos al CREA de Tijuana, no sin antes de dejar a algunos corredores por el camino, más cerca de sus casas.
Todavía se tomó la foto del recuerdo de ese viaje que seguro será una anécdota más en la vida de nosotros los aficionados a correr, los que estamos “enviciados” en este bonito deporte que nos deja tantas vivencias, cosas buenas y no tan buenas pero son experiencias al fin.

Germán Rodríguez Sr. , una vez finalizado el medio maratón.
 Así terminó ese viaje en ese camión súper lento e incómodo, que con toda la buena intención lo proporcionó el IMDET, (Instituto Municipal del Deporte de Tijuana) pero que quizás no se dieron cuenta del tipo de camión o de la velocidad con que viajaríamos, al fin de cuentas se cumplió con el objetivo de estar en Mexicali para correr el medio maratón.

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