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miércoles, 29 de julio de 2015

El Maratón y Medio Maratón de Tijuana 2015

(El Maratón y Medio Maratón de los Deseos)

Hace casi 9 años ya, fue un 5 de noviembre del 2006 que corrí mi primer medio maratón, fue increíble, aun con una ruta pesada, ─fue en parte por la colonia Chapultepec─ terminé muy contento, casi enamorado de la distancia de 21 kms. e hice 1:46:30 horas en mi debut.
Se hacía en otoño, con un clima benévolo, agradable, pero después todo cambiaría, ya que a partir del 2008 se trasladaría la justa atlética al mes de julio.



2015: "El Maratón y Medio de Tijuana 2015"

Éramos miles, alrededor de 4 mil participantes, y todos deseando ya que comenzara (puntualmente) la gran carrera, pero no, a las 7 en punto no salimos, el encargado de vocear las instrucciones, pedía aplausos, nos puso a cantar el himno, y a esperar... y por fin, salimos con unos ocho minutos de atraso, y desde luego, todos, los de ambas distancias revueltos, incluso sin acomodar a la gente... ah como deseo eso, de que organicen a la gente en grupos (corrales, como algunos los llaman) de acuerdo al tiempo que cada corredor puede o estima que podrá hacer, para que así todos salgamos mas ordenados.

Qué bueno sería que los participantes de Maratón salieran una o media hora antes, para que batallen menos con el clima húmedo y caliente y para que los de 21 kms no les obstruyamos el paso. Ése era otro de mis deseos, mientras trataba de abrirme camino durante el primer kilómetro y medio, donde desafortunadamente invertí un minuto más de tiempo del que quería hacer. Ni hablar, de todos modos iba disfrutando la carrera, es algo innegable, pues no todo se trata de récords personales.



Referente al párrafo anterior, el mismo problema se suscitaba cada año en el Maratón de la Ciudad de México (que ya lo viví en carne propia), y justo en éste mismo día, allá también se estaba llevando a cabo el Medio maratón, sí, ya apartado o separado de la prueba suprema que es el Maratón, el cual se corre dentro de un mes. Ahora cada prueba tiene su propia fecha y evento, y me hace pensar: que ¿acaso en Tijuana no podemos hacer lo mismo?, en Mexicali y en Ensenada también lo hacen de este modo, y hasta nos benefician pues podemos correr en ambas pruebas, aunque claro, siempre en los 42 kms es mucho menos gente (hablando de maratones locales).

La misma ruta de cada año, una muy bonita, donde una de mis partes favoritas es pasar por la famosa Avenida Revolución. 
Mis 5 kms en 21:45, con un minuto atrasado sobre el que quería hacer (20:45).

Deseaba que el calor no fuera a elevarse pronto, que se tardara lo más posible, y no tanto por los medios maratonistas que éramos la gran mayoría, sino por los de maratón, que cada año sufren los estragos de las altas temperaturas, también por falta de líquidos, que no siempre resultan suficientes, ésto de acuerdo a lo que ellos mismos me comentan. Tal deshidratación provoca que algunos solo quieran abandonar, o no volver a correrlo nunca más, aunque los mas valientes vuelven... y no falta quien llega a la meta vomitando o a punto del desmayo, por esforzarse al límite y no haberse hidratado debidamente.

Ése, es otro de mis deseos, que no se haga el maratón en pleno verano, no importa que el aniversario de la ciudad no coincida con nuestra carrera; creo que el maratonista se merece esforzarse bajo las condiciones ideales (de ser posible) o no tan ideales, pero vaya, el año tiene 12 meses y 4 estaciones.



"Vamos Héctor, vas muy lento" me grita el buen amigo Ramón "Merry" López, y lo saludo con gusto, pues ya casi no se deja ver... y no me detengo, pero me voy deseando que pronto ya pueda trotar y regrese a las carreras.

Que fuerte iba el Doctor Eduardo Valle a sus 50 y tantos, todo un ejemplo para mi su fortaleza, su entereza, iba con el señalamiento de pacer de 1:30 horas, solo puedo pensar cuando lo veo correr así: "deseo algún día poder correr como él"... y me dejó antes de mi 10k, al cual yo llegaría en 44 minutos flat, señal de que un récord personal no sería posible, no al menos esta vez.

En las 5 y 10, subir el puente me hizo darme cuenta que no me sentía tan bien, aunque parezco disco rayado por mencionarlo siempre, yo soy de los que pierden rápidamente la energía por sudar tan copiosamente como lo hago (estoy algo defectuosillo), y no importa que no me pierda un solo puesto de bebidas. 

Bajando el puente aproveché para manejar un paso mas rápido, algo como 4:10' por kilómetro, y a ver cuanto me duraba el gusto... solo fue como por una milla.

Grupo puntero de Medio Maratón.
Fotos 1-5 de Yo También Corro en Tijuana.

En el km.15 siempre me topo con el "murito", sí, no se a cuantos les suceda lo mismo, pero siempre en medio maratón, al llegar entre éste km 15 o en el 16, me pega un cansancio extraño, uno engañoso, casi casi manipulador, que me dice que camine, que ya no corra, que me detenga y mejor la haga de porrista, que me dice "mejor toma una calafia y véte a tu casa a descansar"... pero como si padeciera de alucinaciones me hago de oídos sordos, y trato de ignorar esa vocecilla negativa, aunque baje el paso, no me detengo.

Veo a un berrendo acercarse, Pizarro viene cerca, me va alcanzar... pisa el acelerador Héctor, me digo, pero luego cambio de opinión: "no, pues que bueno que él ya está de  vuelta, mejor deseo que me alcance y me deje atrás, así como hace años cuando yo me encargaba de perseguirlo, con esa rivalidad sana que traíamos, que además si me rebasa será un buen motivo para yo tratar de hacer una marca decente y debajo de 1:40 horas".

Pero en eso que se me empareja el buen "Checo" Sergio Rodríguez en el km 16, y él me confiesa que se lastimó el pie y que mejor correrá la mitad, pues iba por el maratón. 
Nos fuimos por espacio de kilómetro y medio juntos, platicando, y que pretexto agarré para "trotar" en vez de correr, ya no me estaba importando mucho el hacer una buena marca. 

También se nos emparejó por unos segundos Marco Jiménez, un buen corredor local que iba por su tercer maratón, y que recientemente en San Diego lograra un magnífico 3:14' horas; nos saludamos y luego él siguió con su paso, uno muy fuerte, iba a llegar a la mitad de su maratón aun mas rápido que nosotros que solo íbamos por los 21 kms. No le dije que iba muy fuerte, pero en pensamiento le deseé lo mejor, que pudiera manejar ese paso de ser posible hasta la meta y que lograra su objetivo.

Marco Jiménez, se lanzó fuerte por su tercer maratón.

Luego Checo, al ver que yo iba en mi zona de confort, al paso tranquilo que él quería llevar (con todo y su pie lastimado) me dijo que lo dejara y me fuera a mi paso... yo muy obediente, así lo hice... "Gracias Sergio, no olvido cuanto aprendí de ti en mis inicios como corredor. Deseo que llegues sin dolores a la meta y que si corres el Maratón de Ensenada como lo platicamos, que allá si te vaya muy bien mi estimado amigo".

A esas alturas, los primeros lugares ya estaban llegando a la meta; pensé en los foráneos, sobre todo en los africanos, esperando que ésta vez no se equivocaran al entrar por la meta de maratón y que los fueran a descalificar (¡bah, como si dejaran de ser los 21 kms. aunque pisaran el tapete incorrecto!), y que no los descalifiquen por otras razones... que lamentablemente asi sucedería, pues dos de ellos no tenían el permiso o autorización para correr en México de acuerdo a la FMAA  (Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo). Y me pregunto yo: ¿Y, qué no se pueden dar cuenta de eso antes de inscribirlos?, o decirles cuando recojan su número y chip..."Hemos revisado tus datos y lo sentimos, pero no puedes participar por tal razón..." , ¿Para qué esperar a descalificarlos hasta que crucen la meta y se desgasten haciendo un descomunal esfuerzo para poder ganarse un dinerito? 

Ahí algo está dejando de hacerse, o debe hacerse más bien,... y de plano, nuestros admirados morenos deben abstenerse de participar si saben de antemano que sus permisos están caducados, pero se arriesgan, mas por necesidad que por otra cosa, supongo, híjole me pongo en sus zapatos (tenis) y los entiendo, que lamentable que éstas cosas sucedan.

Volviendo a mi carrera, ya casi llegaba a la meta, enfilado en línea recta por Niños Héroes, acelerando, solo porque me acordé de mi resultado corriendo con calor en Rosarito y me dije, "al menos a esa marca si la puedo superar"... y que bueno que había muchas porras en esas cuadras finales, hasta tranquilo me sentí al cruzar la meta en 1:36:52, casi siete minutos atrás de mi mejor marca (1:31:11), contento sin duda, porque fue un regalo más de la vida, el poder correr y conseguir terminar mi Medio Maratón #34.

Luego pasé a recoger mi camiseta, que por fortuna si me tocó de mi talla, ya que a muchos (por fallas de la organización) se les dieron de las tallas sobrantes, y mas triste que eso les pasara a los corredores de Maratón, quienes en realidad merecen tener un evento si no impecable al menos digno, donde se valore y respete su esfuerzo. Me dieron también mi medalla...

Mi medalla, una muy bonita, vistosa y colorida, pero...

Cuando descansaba vi pasar a Gabriel Flores (Gabo) por la meta, su primera mitad de maratón iba muy bien, se veía entero. y hasta ganas me dieron de irme un rato con él para animarlo, pero me contuve, de pronto sentí un calor muy fuerte en el cuerpo, de modo que me tomé en pocos tragos el litro de powerade que nos dieron (excelente tamaño), apenas así calmé mi sed.
En eso se me ocurrió mirar la medalla ya que siempre admiro su forma y leo sus leyendas, y para mi desilusión (una muy grande) a pesar de gustarme mucho, me di cuenta que se habían equivocado, errorzote, quizás los que las entregan o de los que las mandaron  hacer... creo que lo que escribí hace dos días para Facebook lo explica mejor:



Bella medalla de "Maratón", ¡me gustas!
La mejor que nos han dado corriendo en Tijuana...
Cuesta ganársela con mucho, pero mucho sudor.
Te quiero medalla aun con tu defecto, sí, uno que me
hace dudar en que debes ser mía, que en cuanto leí
tus letras me hizo reflexionar, ¿en verdad debo tenerte?
¿Y si voy y te regreso?
¿Y si alguien que si termine los 42 kilómetros no alcanza
medalla?
¿Por qué siento, como que no eres para mi?
Es que por ningún lado mencionas la realidad de mi
esfuerzo, que corrí 21 kilómetros o un Medio Maratón.
¡Pero tu no tienes culpa alguna, no te forjaste sola!
Aun así... ¡que bonita eres con tus brillantes letras y colores!
No se si te merezca porque NO corrí el Maratón,
porque tan solo recorrí la mitad de esa distancia,
la del medio maratón de Tijuana.


En efecto, la mayoría de las medallas entregadas a los que corrimos 21 kms decía Maratón, "pero si el esfuerzo es abismal entre ambas distancias" pensé, solo espero y deseo que a los que si corrieron los 42 kms no les hayan dado la de Medio Maratón.

Después de un rato y pensado en miles de cosas, decidí retirarme del lugar, ya tenía que irme, pero esta vez me perdería de ver a mis amigos, como a Ninfa Uribe, deseándole que el masaje de una semana antes (que le recomendé) le sirva para que corra bien y sin dolencias, y a Claudia Soto menos la vería pues iba por el "full", me quedaría con las ganas de verla terminar su maratón, y mi reciente amigo blogguer y ahora también corredor, "Polo", Leopoldo Espinosa tampoco lo vería, siendo que él viene desde Alisitos (más allá de Puerto Nuevo).
Él dice que yo soy su entrenador, y no me la creo... amigo, le deseo que pueda llegar entero a la meta, que disfrute ésta fiesta atlética, que el calor no lo venza, y que logre su objetivo de mejorar su marca reciente de Rosarito.

Imagen de Rutas Tijuana

Se que no hay evento perfecto, pero al menos queremos ver mejoras, muchos así lo deseamos, pues siempre será un placer el recorrer las bonitas calles de nuestra querida Tijuana. 
Porque somos corredores, siempre vamos por más, y no queremos detenernos... ¡nos vemos en la siguiente!

¡Gracias por tu visita!

 




lunes, 27 de julio de 2015

Mi "Maratón" de 21 kms.

Medio Maratón Tijuana 2015

El día previo del maratón estaba tan entusiasmado, como si fuera a ir a una gran fiesta; traté de hacer las cosas que hago los sábados en mi casa, pero el entusiasmo forzó que me enfocara para el maratón... ¿Maratón? Mi papá se enojaba conmigo por que a los medio-maratones yo les decía maratones. ¡Son dos cosas muy diferentes "don Porfirio"! Así me llamaba la atención y me apodaba mi papá.

Traté de dormirme temprano, eran las diez; y ya lo tenía todo listo. Medité un poco después de decir Gracias, Gracias, Gracias. Seguía meditando —tratando de no pensar en nada— no podía dormir, y todas mis técnicas para dormir parecía que no me funcionaban... Entusiasmo que a veces se puede convertir en enemigo... Pero dormí.




Sonó la alarma a las 4 de la mañana, quería estar temprano bajo la estatua de Cuauhtémoc, ya nada más me faltaba tomarme mi vaso de suero, y desayunar un plátano. Todo lo había hecho y dejado listo un día y una noche antes, a excepción de sacar el pedómetro del librero para tenerlo a la vista...

Llegó mi hermano Sergio diez minutos antes de lo previsto, y nos fuimos luego, luego, "¿Cuánto es el recorrido de un maratón? —me preguntó mi hermano— "42 kilómetros y fracción", —le contesté—. "Entonces ¿vas a correr 21 kilómetros y un cachito?" "Claro, medio maratón" —Le dije.

Llegamos más o menos a las 6:20; de Alisitos al Cuauhtémoc se hace una hora y veinte y cuatro minutos en transporte privado, al bajarme del carro; una cuadra antes, decidí trotar ligeramente hasta donde se encontraba la gente; los corredores como yo estaban haciendo cada quien y a su modo sus ejercicios de calentamiento, yo opté por trotar ligeramente esa manzana de la zona del río; no hallaba a mis amigos, pero fue entonces que vi a un grupo de personas con un uniforme que distinguí al instante "Club Berrendos", le dije a uno de ellos: "estoy buscando a una muchacha, señora que se llama Ninfa" —ella era hasta ese entonces una amiga cibernética— "Aquí estoy" (estaba entre ellos), nos dimos un abrazo, "Por ahí debe estar Héctor" me dijo, y ella siguió calentando; sí, éramos hasta ese momento amigos virtuales, porque a partir de ahí ya era real; como tan real ahora es mi amigo Gabo, que también saludé de abrazo.

Club Berrendos


No podía creerlo, pensé que no le caí bien a ella, pero luego pensé lo correcto, está calentando y si me dijo que debería de ir a buscar a Héctor, —amigo en común— es porque a mucha gente no le gusta que la vea mientras calienta.

El animador en el micrófono solicitó ─mientras buscaba a Héctor y a los demás amigos─ que nos fuéramos reuniendo en el punto de encuentro para la salida.

La gente estaba inquieta, no quería escuchar la voz del representante de gobierno; no quería escuchar el himno, quería salir a correr... Me parecía que en ese breve espacio estábamos los cinco mil participantes. De repente entré en duda; ¿porqué el croquis que puso el instituto decía que íbamos a travesar el centro por la calle Tercera, y estábamos apuntando exactamente al sentido contrario?

Le pregunté a la gente inquieta cerquita de mi: "¿Conocen la ruta?" Estaban igual que yo, o no vimos bien el croquis o, el instituto cambió el recorrido a última hora.

Las 7:08 a.m. por fin, el tan esperado momento llegó, y empezamos a movernos, unos trataban de trotar inmediatamente, otros, como yo, tan solo dábamos unos pasos, es que estábamos muy apretados, después de unos cuantos pasos ya empezamos a trotar... Y, el misterio se resolvió porque a poca distancia nos dimos una vuelta en "u" para regresarnos hacia el centro.

Al ir subiendo el trote —la velocidad— los y las participantes, empezaron a correr, y yo también, parecía que habían pasado cien años de cuando yo corría, es más ni en mi playa corro; no, yo troto; pero tan solo habían pasado 30, y he me ahí; yo iba corriendo, ¡Dios mío! me empecé a bofear, todavía no entrábamos a la calle Tercera y parecía que tenía que abandonar el maratón. —Perdón, papá, el medio maratón.


Entramos a la calle Tercera, yo quisiera haber comprado casa en vez de en "mi playa sola", cerquita de la Tercera o de la Cuarta. Estaba alucinando; pero entré corriendo por esa calle... Después escuché la voz de Héctor, mi entrenador y amigo: "Recuerde que tiene que ir escuchando a su cuerpo mientras entrena o corre su medio maratón".

Sabía que el "peer pressure" (presión de un grupo de gente) es mi debilidad, y para recuperar mi respiración y ritmo cardiaco, tenía que correr —trotar— a mi paso con el cual me he entrenado desde diciembre; y no me quedó otra que voltear abajo para ver mi sombra; pero para eso ya había avanzado 4 kilómetros. Descubrí que mi sombra es mi mejor porrista. Por que además del "peer pressure", otra cosa que me tumba, es ver la distancia, quiero llegar a la voz de ya  a "x" punto. Y mi sombra me iba recomfortando, me iba diciendo, "a tu paso, Polín, puedes darle la vuelta al mundo".

Así que al recorrer la Revu, y al entrar al Boulevard, ya había dejado la horrible sensación de correr bofeado, ya no me quería arrancar la camiseta para tomar aire, y ahora iba con el ritmo correcto de respiración.

Qué bonita es la gente de Tijuana! En cada esquina parecía que veía a mi gente, mi familia y amigos animándome, como me iba animando mi propia sombra —mi gran aliada—. Pero seguía alucinando, no solo vi a Susana entre los corredores, ella corriendo con sus colores favoritos, también la vi entre la porra de la banqueta, coqueta diciéndome: "padre, usted puede". Los desconocidos de repente se convertían en conocidos. Pues, me pareció ver a mi amigo Toño (varado en Alisitos) diciéndome como siempre lo hace: "correr no lo hace cualquiera, jefe".

"Felicidades jefe. No cualquiera corre" fueron las palabras que más escuché en todo mi recorrido.

No lo podía creer, estaba subiendo a trote el puente de la 5 y 10, y con menos recesos (caminar en vez de trotar) que para esa hora, había hecho en Rosarito de mi Nueva Era... Y, al pasar por la clínica del Seguro Social, era ahora yo él que se burlaba del Seguro, mismo que se burló de mi en tantas otras ocasiones.

Al doblar para el bulevar Benitez, bajé mi paso y me puse a caminar para descansar un poco, otro de los que se tomaban un descanso de esa forma me dijo: "Yo soy de los que corren alrededor de la cuadra y aprovechando que cerraron las calles, estoy participando". "Yo también soy de esos", le respondí; "pero ahora tengo que seguir trotando". Y, dejé atrás a mi amigo participante, creo que no era el momento de socializar, tenía que mejorar mi marca.

Mercurio: Dios Mitológico.
Al dar la vuelta en "u" por el bulevar Benitez, se me hizo de momento buena idea, que un policía con una manguera de bombero como entre juego y responsabilidad, les echara agua a las y los corredores; me quité la cachucha y con gusto pasé bajo esa lluvia improvisada, por el momento... porque lo que ocasionó fue que el bloqueador solar se me deslizada hacia los ojos; pero bastó quitarme el sudor y el agua con la manga de mi camiseta para quitarme el ardor de los ojos.

Con  todo y las alucinaciones que un sol de verano te puede regalar mientras corres, sabía que estaba consciente, esta vez noté a los fotógrafos de los que en Rosarito ni me percaté. Y, a propósito de fotógrafos, estaba mi amigo Victor tomando fotos, y le dije: "¡Qué pena me agarraste caminando!" Y, empecé a trotar de nuevo. Se adelantó corriendo y me sacó más fotos; pero a mí lo que me daba pena era que él me encontró caminando...

"Ya nada más le faltan cuatro kilómetros", fue lo siguiente que escuché un poco más adelante.

Durante el recorrido comprendí que tenía que reconciliarme conmigo mismo; que por el momento, no puedo correr como mi amigo Héctor: qué, como Mercurio de la mitología griega; parece que ésta volando y viendo hacia delante todo el tiempo. En vez, me esforcé en sentirme a gusto al ir viendo mi sombra, la que me quita de las presiones de afuera, de querer competir con los demás y querer llegar "ya" a la meta.

El sol fue también mi gran aliado "despeinado y dulce, claro y amarillo" pues me motivó a disminuir mis "recesos" para mantener mis pies en movimiento.

En uno de esos "recesos" me dijo uno de los que venían de regreso con su medalla: "Jefe, ya solo le faltan como 500 metros", le pregunté la hora, y eran las 9:52, y empecé a trotar ahora un poquito más rápido que mi acostumbrado trote.

Al llegar a la meta pregunté la hora, eran las 10:01. Gracias, Gracias, Gracias!



Narración: de Leopoldo Espinosa A.









lunes, 20 de julio de 2015

Corriendo Enojado

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, dice una sabia frase. Ayer domingo por comodidad mas que por otra cosa, corrí solo un 5k a paso "medio fuerte", lo que para mi es menos de 22 minutos, pero lo que me tocaba hacer eran 20 kms. entre ellos una buena carrera de 10 millas o 16 kilómetros.

Mas las fuertes lluvias que hubo dejaron lleno de lodo y fuera de servicio mi terreno principal donde acostumbro hacer las mayoría de mis entrenos.

Así que hoy lunes me dije: voy por esos 16 kms. y que sea a paso cercano al que quiero manejar en el medio maratón de Tijuana.

Correría bajo 24 grados c. sin embargo, no me preparé comprándone un suero, ni bebida deportiva para beber en el camino y reponer los electrólitos.
Solo me llevé una botella de medio litro... con solo agua. Pero también llevé un producto nuevo que se parece a un gel, el cual aporta una buena dosis de sodio y potasio. Listo!

En vista de que solo calles y pavimento podía utilizar, decidí darle varias vueltas a la cuadra donde vivo, la cual mide 950 metros, y dependiendo de como me fuera sintiendo ─por el calor─ vería si mejor hacía un 10k a velocidad, pero un tanto con reservas.

No se si era un "San Lunes" como algunos le llaman cuando se pone la gente de malas al iniciar la semana, o si simplemente no estaba teniendo buena suerte, pero todo me resultaba incómodo y fuera de lugar.

Le dije al guardia de la privada: "Aquí voy a dejar esta botella con agua para no correr con ella, que no me la vayan a mover, que ahorita me la llevo", "no, aquí voy a estar yo cuidando", me dijo.

Primera vuelta, y al pasar frente a una taquería un tema llamado El mechón estaba sonando con todo, pero lo ignoré, los corredores debemos enfocarnos al esfuerzo, pensé. Al pasar frente a la entrada de la privada, ahí seguía mi bebida... y todo bien, a pesar de la agobiante humedad y calorcito.

Imagen de Salvatore Lapignola

Segunda vuelta, y el tema musical del Sida parecía querer amenizar mis zancadas... y lo que provocó fue que empleé esa desagradable "música" para correr mas rápido, cosa que haría cada vez que pasara por esa recta de la cuadra ─unos 200 metros─, así sería menor el tiempo que la pudiera oír.

Tercera vuelta, el mismo método, un buen sprint para no tener que escuchar la Cumbia del río o ¿era el Cu-cú?, ya ni me acuerdo...  "buenos días", me dijo una señora que le dio gusto de verme correr, y solo le sonreí, o respiraba al correr fuerte o me detenía y le hablaba... aunque debo confesar que soy de esos que siempre contestan los saludos.

Al pasar frente a la caseta del guardia noté su ausencia, pero también la de mi botella... ¿y mi agua? ... "calma ─pensé─, ahí estará en la siguiente vuelta".

En las dos siguientes vueltas ni señales del guardia ni de mi agua... ¡noooo!, ¿y mi agua? ─estaba realmente molesto, corriendo enojado, algo estresado─ pues ya estaba por irme hacia "abajo", como digo yo al irme hacia el rumbo del Cañaveral.

El nefasto tema de Agua de té, solo se burló de mi, pues yo sin agua...  y ese tema quizás sea el más ridículo de todos los que tocan ahí en la taquería, pero de nuevo corrí fuerte esos 200 metros.

En la última vuelta que iba a dar, de plano me detuve, pausé el cronómetro, entré a la caseta del guardia y ahí en su mesita estaba mi botella ¿y él? no lo supe... salí de ahí lo mas pronto posible, reactivé el crono... "me la hizo buena el guardia", pensé, pues yo la había colocado sobre la estructura de una ventana y la podía tomar con una mano al pasar y casi sin detenerme.

Finalmente dejé de dar esas vueltas, las cuales me desagradan, pues muchos autos y calafias pasan por ahí echándome encima el smog. Y así me fui a hacer el resto del kilometraje, ya con la sola idea de completar un buen 10k. 

Al cruzar el único semáforo que tendría en el trayecto, me tocó en verde... solo un segundo y yo a media calle, aceleré en el amarillo pues los automovilistas parecían tener mucha prisa, incluso uno me pasó muy cerca, fue otra buena razón para apretar el paso... aunque no debí cruzar por ahí.

Mas adelante pasé por la calle, por la orilla de una angosta banqueta y lo hice porque estaba ocupada con gente, en eso un señor se apuró a estacionarse frente a mi sin importarle que éste asoleado corredor iba a pasar por ahí, ─ni que le fuera a ganar yo el estacionamiento a un lado de esa banqueta─ y me vi obligado a moverme un poco hacia dentro de la calle, lo bueno es que le gané a otros carros que venían pasando, no me fueran a dar un buen golpe. Algo le grité a media voz a esa persona... luego reaccioné, las calles no son de los corredores, en todo caso son para los autos.

Como iba de bajada recuperé un buen paso, dispuesto a terminar los 10 kms en menos de 44 minutos, que con ésta temperatura que ya me tenía empapado, igual no me lo iba a impedir... ya estaba abajo, por el Insurgentes, y ¡sorpresa!...  la calle estaba con charcos de lodo, no de agua, sino de lodo un tanto espeso, que había bajado del Cerro Colorado ─supongo─, que no es que cuide mis tenis, sino mas bien mis piernas, pues al estar ese lodo sobre pavimento, éste se vuelve peligroso y casi te garantiza un buen resbalón y golpe.

Ni modo, a bajar un poco el ritmo, me salí de mi habitual ruta, di vueltas por cuadras aledañas, pero por sus banquetas y así pude concluir por fin mi 10k. en 43:40 minutos... no tan bien, pero tampoco tan mal.
El agua apenas me fue suficiente, y de pilón olvidé tomar algo de dinero para otra bebida antes de emprender el regreso. A aguantarse la sed.

Volví a casa con un tranquilo trotesín para completar 15 kms, pensando en que no es que el día, la gente, los taqueros, calafieros, automovilistas ni la lluvia me quieran hacer un complot y truncar mi entrenamiento, para nada, de seguro ni cuenta se dieron de mi existencia... ¿para qué tanto drama haciendo ruido en la cabeza entonces?, yo que me puse a hacer eso en el día que no me tocaba, y en el lugar menos indicado... pero bueno dije: "ya le saqué provecho a todas estas cosas que podrían ser negativas o no, depende como uno las tome o vea". 

Vale mas ser tolerante y adaptarse a lo que hay, que correr molesto con todo, pues podría resultar en una lesión, pensé.
Terminé satisfecho al final de cuentas, y recordé que es parte de la vida de un corredor, siempre vencer obstáculos, siempre echar para delante, no importa lo que suceda alrededor. 







jueves, 9 de julio de 2015

Carrera Día Internacional del Árbol



Llegué algo confundido, ¿como es que se llama esta carrera en realidad?, algunos dicen "carrera de los parques", "carrera del arbolito", bueno, bueno, se llama "Carrera: Día Internacional del Árbol". 

Segunda carrera desde el Parque Morelos hacia el Parque de la Amistad, estupendo reto, pero se me antojaba más que se hubiera hecho al revés, así bajaríamos en vez de subir por la empinada y larga cuesta de 1.5 kms detrás de la Central de camiones.

Mientras le daba de comer algunas ramas de eucalipto a los pobres camellos del parque, ─ que de plano no les vi nada que tuvieran para alimentarse─ pensaba en esa cuesta, que nunca había corrido por ahí, ¿será pesada o podré llevar un buen paso en ella?, como que eso era señal de que no andaba bien para los ascensos largos, ni modo, ¡reto es reto! 

Supuestamente serían 6.7 kms de acuerdo a la convocatoria. Ultimamente dudo porque de plano hay muchos que no miden bien las distancias.

Desde el primer kilómetro se si voy bien, si voy a rendir o no, y al costarme trabajo y no poder hacer menos de 4 minutos el primero, con eso supe que no era mi mejor día para una prueba de velocidad.

¡Querer es poder!   Imágenes captadas por Víctor Puma.

Unos tres kms por el bulevar Insurgentes, al menos con clima fresco, nubladito y tuve que aflojar el paso, cambié a la idea de mejor llevármela calmada, y  tomar aquello como un entrenamiento más para el Medio Maratón de Tijuana, como si fuera uno de esos trotes ─no tan lentos─ que regularmente hago por las faldas del Cerro Colorado.

De improviso un puma rugió desde un coche a mi lado izquierdo, fue un buen saludo, aunque tal vez merecí que me dijera: "¡Apúrate Héctor, no seas flojo!". Subimos el puente que lleva a la central camionera.

Apenas subiendo, el garmin  me marcó el 5k, y a partir de ese momento muchos corredores comenzaron a desfilar por uno de mis costados, mi paso bajaba de 4:40' a 5:10', luego al paso de 5:30', algo lentito para no estar tan empinada la cuesta, aunque si fue prolongada, pues llegó a 1.5 kms.

No quise mirar a ver la parte de Tijuana que estábamos dejando abajo, ni tampoco quería ver hacia delante, cuando no me siento muy bien, es decir, con la suficiente energía, mejor miro al suelo en vez de mirar cuanto más nos falta para llegar hasta arriba... ah pero solo es mirar al suelo, no ir agachado.

Acompañado esta vez por Ninfa Uribe y Víctor Puma.

Víctor Puma, nos dio la sorpresa una vez más al tomarnos fotos una vez que íbamos por la recta, despuecito de haber subido, ahí estaba enfrascado en una buena labor de fotógrafo y dando ánimos a los amigos e igual esperando a su esposa Sandra quien no tardaría en pasar.

Ese último kilómetro lo quise hacer en unos cuatro minutos, pero que va! apenas llegaba al paso de 4:25, hasta mi mejor medio maratón lo he corrido más rápido, solo que tengo la falla de no saber recuperar el paso veloz que una cuesta a veces me quita, quiero pensar que es mental, que debo dar la orden a mis piernas para que hagan su trabajo, que hagan lo que saben hacer.

Vi mi crono y me percaté de que la distancia anunciada para nada había sido la correcta, me dio 7.75 kms, en vez de los 6.7 que se había dicho. Espero hacer mejor esta carrera el siguiente año. Crucé la meta en 34:59 minutos, nada mal pero tampoco nada de que enorgullecerme..., que sea una referencia a vencer para la próxima.

Foto 1 y 4 cortesía de Yo también corro en Tijuana.

Unos hacían fila para recojer su camiseta y otros mas para tomar frutas y agua. Mientras platicábamos de como nos había ido ─entre otras cosas─ amistades como Ninfa, Claudia Soto, Víctor Puma, Isabel Mata, Nacho y Emery.
Lo interesante fue ver que también se regalaban arbolitos ─en su maceta─ para que los participantes los plantaran en algún lugar conveniente.

Buena carrera a pesar de todo; ganada por Daniel Hernández con un buen tiempo de 26:14 minutos, lo que significa que manejó un paso promedio de 3:23', excelente tomando en cuenta la subida de casi una milla.

Mejor me pongo a entrenar duro en las cuestas del cerro que está por mi casa, que la carrera del día de Independencia tiene más sabor en sus pendientes que la cuesta que hemos subido ésta vez, y curiosamente es la misma distancia, 7.8 kms. de esfuerzo puro, ya que además se le suma el calorcito que suele ser fuerte en esa fecha; ¡hay que ir por ellos!








lunes, 6 de julio de 2015

Corredor de Verano

Para muchos no es nada agradable salir a correr con calor. Las altas temperaturas ahuyentan a algunos corredores, que prefieren esperar al otoño para retomar la actividad. 

Pero siempre se puede madrugar, aprovechar la frescura de las primeras horas del día o porque el trabajo así lo exige y no precisamente la estación del año.

Yo era uno de ellos, de los que evitaban correr con calor. Un día un buen maratonista de Tijuana me recomendó lo siguiente: "Si quieres correr bien en una competencia de verano, como el maratón o un medio maratón entonces sal a correr con más calor que el que habrá ese día y en esa hora de la carrera, sal en la hora que te dan de descanso en tu chamba y corre a mediodía, no importa que tanto calor haga, hazlo y te servirá de mucho".

Le hice caso, me iba al parque de la amistad a comenzar a correr a las doce con 15 minutos, dos vueltas bajo la agobiante fuerza del sol, y lástima que no me alcanzaba el tiempo para más que si no hubiera hecho tres, pero aun debía comer algo ligero y rápido antes de regresarme a trabajar... aparte de lavarme y vestirme.



No voy a negar que era algo incómodo y apresurado el hacer todo eso, pero a la vez me hacia sentir muy bien, realmente me iba aclimatando poco a poco, creaba tolerancia al calor. Yo que tanto sudo aun en días nublados y frescos estaba procurando rendir en otro ambiente tan opuesto a lo que me gustaba.

Funcionó, llegó la fecha del medio maratón de Tijuana, y me sorprendí dejando mi record de 1:34 en el archivo, reemplazado ahora por otro debajo de 1:32 horas.

No se que tanto me ayudó el entrenar con calor, pero al entrenar para el maratón de San Diego en el 2014, recordé que igual sería bueno entrenar cuando se pudiera a medio día o en la tarde, en fin que los días son largos en verano.
Llegué a correr subiendo a las dos de la tarde por el gato bronco, y de ahí hasta donde vivo es puro ascenso, varios kilómetros. La cosa estaba pesada con cerca de 32 grados celcius, mas las cuestas por el bulevar Casablanca, y de pilón con un frenético viento de Santa Ana justo de frente que, polvo y mas polvo levantaba obligándome a subir trotando despacio y con la cabeza gacha para que la gorra me tapara la mayor cantidad del polvo acarreado por el cálido viento. 

Sol implacable, no me vas a detener
soy quien corre bajo tus condiciones.
No he de parar hasta llegar a mi destino
hoy has aderezado el castigo con éste viento
pero lo que no sabes es que gracias a él 
me siento refrescado y puedo contra ti.

Viento arrogante, me estás empanizando de polvo
soy quien corre desafiando tu fuerza.
Pero no he de parar aunque de pronto uses
látigos de arena tratando de truncar mi objetivo.

Parezco un imán atrayendo la tierra
aunque los automovilistas me vean
raro, como si fuera un marciano
y es que ya me gustan los baños de sudor
¿sera que me convertí en un corredor de verano?




Después de correr de esa manera y usando esas frases locas como mantra, de nuevo ─estoy convencido─ funcionó, pues mejoré por 13 minutos mi marca anterior de maratón en San Diego, el cual corrimos bajo unos 24 grados, por lo tanto hasta se me hizo fresco. No, de forma oficial el verano aun no comenzaba, mas los vientos de Santa Ana nos lo habían adelantado de cierto modo, sin embargo esa forma de correr bajo las altas temperaturas se quedó en mi por el resto de la temporada... alguien agregó: "es lo mejor, así en otoño e invierno tendrás mejores resultados en las carreras".

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Nunca olvides que el mejor aliado en estos casos es la prevención, no olvidar la correcta hidratación para recuperar los electrolitos perdidos en el exceso de sudor.
El esfuerzo bajo temperaturas elevadas no es recomendable que sea al máximo, no hay que permitir que gane el sol castigándonos con un golpe de calor... correr debe seguir siendo una actividad disfrutable.








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